Desde las cada vez más recurrentes innovaciones tecnológicas, pasando por las metodologías ágiles para liderar el desarrollo de proyectos o gestionar los equipos de una empresa, hasta la reciente llegada de la herramienta para acelerar los audios en WhatsApp, todo lo que nos rodea se ha vuelto más rápido, algunos dirán que de forma exagerada. Pero, ¿es necesario que la innovación sea ágil? ¿Estos dos conceptos están necesariamente casados?
La metodología ágil simplifica y dinamiza los procesos, desde la concepción de la idea hasta el producto final. Consiste en un conjunto de prácticas para la gestión de proyectos, buscando más velocidad, eficiencia y flexibilidad, ejecutando ciclos de ideación y pruebas más cortas y recurrentes (generalmente de una o dos semanas), buscando validar puntos sobre el producto o solución con baja inversión de capital y tiempo. La metodología se centró inicialmente en el desarrollo de software, pero estos métodos se han extendido a otros sectores de las empresas, estén o no vinculados al desarrollo de herramientas tecnológicas. Si quiere saber más sobre estos conceptos, lea los artículos de nuestro sitio web: Bien, tenemos una idea. ¿Y ahora qué? Y Agilidad Estratégica.
Debido al éxito de las metodologías ágiles para aportar más dinamismo a las empresas, especialmente a las nuevas soluciones y productos, o incluso a las start-ups que buscan validar su propuesta de valor, el concepto de agilidad se ha confundido en los últimos años con el de innovación, convirtiendo casi en sinónimos ambas palabras. Pero, ¿es necesario que la innovación sea ágil para desarrollar nuevas soluciones para el mercado? La experiencia de Amazon demuestra que no es así.
Desde 2004, Amazon ha desarrollado y practicado una metodología diferente para validar las ideas en su funcionamiento. En lugar de ejecutar ciclos cortos y recurrentes para validar alguna propuesta de valor de un producto o solución a través de un MVP, como en la metodología ágil, la forma en que Jeff Bezos, que suele referirse a su cargo como «Chief Slowdown Officer», busca implementar innovaciones en Amazon es a través de lo que él llama «Working Backwards». La idea es que en lugar de crear un MVP y validar ese valor con los clientes, la empresa invierte el proceso. Productos como Alexa, Kindle, Amazon Go y AWS Services han sido creados con esta metodología, que puede llevar semanas o incluso meses de ejecución.
Cuando Amazon, empresa de referencia en innovación y presente en cada vez más segmentos de mercado, pretende validar una nueva solución, por lo general, un responsable de producto redacta una nota de prensa que se enviará a la prensa anunciando el producto, como si ya estuviera desarrollado y listo para ser lanzado al mercado. El comunicado de prensa gira en torno a un problema real de los clientes y a la forma en que las soluciones existentes no satisfacen esas necesidades. A lo largo de semanas, o incluso meses, este jefe de producto revisa y compone esta versión hasta que se siente lo suficientemente seguro como para responder a todas las posibles preguntas sobre esta nueva solución. A partir de los comentarios de los clientes, los posibles inversores y los socios, se toma la decisión de desarrollar o descartar la versión, según la validación de los clientes, y luego se desarrollan las herramientas para la solución.
Como casi todo en la vida, la clave de una buena innovación está en el equilibrio, en este caso entre el proceso ágil y el más lento. A menudo, tendrá más sentido para su empresa ir un poco más despacio y desarrollar conceptos más sólidos y fundamentados, mientras que en otras ocasiones tendrá más sentido ejecutar ciclos cortos y ágiles de validación de valor.
Implantar las metodologías ágiles en todas las decisiones de una empresa puede no ser una buena idea, ya que hay veces que será necesaria una recopilación de datos más profunda, una decisión más madura o un tiempo más largo para construir un producto. Por otro lado, en un mundo cada vez más innovador y acelerado, no aplicar este tipo de metodologías y utilizar métodos más tradicionales para validar ideas que no requieren muchos datos ni tiempo puede hacer que su empresa se quede atrás respecto a la competencia.
Por tanto, ¿es necesario que la innovación sea ágil? No! Una buena estrategia de innovación entiende y equilibra qué actividades deben desarrollarse de forma ágil y cuáles cosecharán mejores y más asertivos resultados si se realizan con una mayor inversión de tiempo. Si quiere entender mejor cómo equilibrar estas dos vías y buscar la mejor estrategia de innovación para su empresa, cuente con nuestra ayuda.