Herramientas Para Validar Ideas Con Agilidad
Ampliamente difundida entre la innovación en los últimos años, la metodología ágil simplifica y dinamiza los procesos, desde la concepción de la idea hasta el producto terminado. Consiste en un conjunto de prácticas para la gestión de proyectos, buscando mayor rapidez, eficiencia y flexibilidad. Ejecutar ciclos más cortos y recurrentes de ideación y prueba (que normalmente duran una o dos semanas) y buscar validar ideas sobre el producto o solución con baja inversión.
Aquí, la idea central es que el equipo responsable de la validación se aleje del enfoque de innovación estándar utilizado en las empresas, normalmente más pesado y lento, hacia un enfoque lean con recursos optimizados. Donde aprender de las pruebas de usuarios elimina el riesgo de proponer algo sin valor. Por tanto, podemos estructurar estos ciclos de pruebas ágiles en tres “preguntas orientadoras”:
1. ENFOQUE: ¿Qué buscas validar?
En esta etapa debemos definir claramente el desafío y en qué etapa del proceso de innovación nos encontramos. ¿Es necesario validar el problema? ¿La solución a este problema? ¿El modelo de negocio? ¿O el modelo de ingresos? Comprender qué respuesta buscamos dar es el primer paso hacia un buen proceso de validación.
2. SUPUESTOS: ¿Cuáles son las hipótesis y supuestos más críticos a probar?
Una vez que se ha definido la cuestión central del proceso, es hora de mapear los supuestos que tenemos entre manos. Serán la base de las pruebas y podrán ser validadas o no. Vale la pena señalar que un buen proceso de experimentación incluye la posibilidad de que el resultado sea una hipótesis invalidada. ¡Y es parte de ello! Un «no» también es una respuesta a nuestras pruebas y muchas veces acaba siendo más importante que un «sí».
3. EXPERIMENTOS: ¿Cómo probaremos estas hipótesis?
Una vez definido el enfoque del experimento y las hipótesis a validar, llega el momento de ponerse manos a la obra y definir qué experimentos son los más adecuados para probar e (in)validar dichas ideas. En esta etapa, es importante definir el método y el público objetivo del experimento, y comprobar si las elecciones son coherentes con la validación del problema.
A continuación, presentaremos tres ejemplos de patrones de experimentos, y puedes encontrar otros 15 ejemplos descargando nuestro material a través del enlace. Además de la explicación teórica de los patrones de experimentación, traemos ejemplos reales de empresas de todo el mundo para ayudarle a comprender estas herramientas.
Ejemplo 1: páginas de destino
Las páginas de destino son las páginas asignadas en el sitio web de la empresa donde se muestra la propuesta de valor de este nuevo producto/proyecto y se pretende convertirlo en una suscripción por correo electrónico, o incluso en una venta.
La idea es comenzar a partir de una hipótesis, aclarar sus métricas y utilizar una página de destino para un producto que aún no existe para probar la tracción en el mercado de su propuesta de valor.
Por ejemplo, tu equipo de innovación quiere probar un nuevo producto que se puede comprar en línea. Puedes crear una landing page para este nuevo producto mostrando cómo funciona, su precio, ventajas y novedades y medir el ratio de personas que entran en la web y hacen clic en «Comprar aquí» o «Saber más».
También se pueden realizar pruebas más profundas utilizando esta metodología. Haz una prueba para evaluar si existe o no una demanda significativa para tu propuesta y agrega un formulario que solicite al usuario que envíe algunos datos de pago (tarjeta de crédito, correo electrónico de contacto, etc.).
Según el porcentaje de usuarios que dan una respuesta, tiene una estimación aproximada de si hay suficiente demanda para construir una solución mínima o si necesitará realizar cambios en la propuesta de valor para atraer a los clientes deseados.
Ejemplo 2: Mago de Oz
El Mago de Oz implica realizar tareas manuales para tus clientes, mientras simulas un proceso que luego, si el producto es aprobado e implementado, se realizará de forma automatizada.
Los clientes tienen la impresión de estar utilizando un producto terminado y desconocen los mecanismos manuales que se ejecutan entre bastidores. Es muy probable que este modelo de experimentación lleve más tiempo que los procesos automatizados, pero permite obtener información rápidamente con un desarrollo mínimo.
La gran ventaja de este modelo es simular procesos automatizados sin necesidad de desarrollar un proyecto de software que requeriría de todo un equipo e implementación sin demostrar que este producto es deseable por el mercado.
Un buen ejemplo del Mago de Oz es un chatbot: la idea es que el cliente potencial hable con el chatbot imaginando que en realidad es un robot de respuesta automática, cuando en realidad el back office lo está haciendo una persona del equipo de innovación con un guion de respuestas que se darán de acuerdo con los mensajes del cliente potencial.
Ejemplo 3: MVP
El MVP le permite probar su producto y validar ideas con clientes potenciales y convencerlos de que paguen por él antes de que esté completamente construido o con todas las funciones posibles.
Así, puedes construir un MVP con cualquier herramienta disponible, virtual o físicamente, que te permita desarrollar características y/o funcionalidades que requieran validación.
Finalmente, el consejo de oro aquí es tener claro qué funciones se probarán y centrarse en ellas. Si el equipo de innovación está ideando un nuevo producto con una docena de características, vale la pena elegir una o dos principales y centrarse en ellas en el momento del MVP.
Así, validando las funciones principales que soportan el producto, una segunda fase de desarrollo será construir estas otras funciones, pero ya sabiendo que la versión más básica propuesta ha sido aceptada por el mercado. ¡Concéntrese en la “columna vertebral” de su producto!
Escríbenos si necesitas solucionar retos en tu empresa disminuyendo la inversión, aprendiendo rápido y gestionando el riesgo.
Inventta Brasil, 2024