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En tiempos de crisis las empresas deben buscar alternativas para disminuir el costo financiero de sus inversiones en innovación y nuevos negocios; reinventarse requiere invertir, mientras que la crisis exige ahorrar.

Dos mil veinte será grabado como un año de crisis para el mundo, para muchas empresas también será grabado como un año de reinvención [1], mientras que algunas empresas se apostaron por cancelar o aplazar inversiones, otros cientos de ellas, muchas en Colombia, doblaron la apuesta reconfigurando sus procesos y buscando fuentes alternativas de recursos para modificar el peso. El gobierno no es ajeno a esa apuesta y para 2020 amplió en un 50% el cupo para beneficios tributarios por inversiones en CTI pasando de un billón a 1.5 billones de pesos, luego de que, por cuarto año consecutivo, el presupuesto asignado a estos incentivos se viera agotado por la afluencia de empresas con proyectos de alto impacto para sus industrias soportadas en tecnología e innovación. El ahorro sobre la inversión hecha para cada proyecto aprobado puede moverse entre un 25 y un cincuenta por ciento (desplazamiento de la combinación entre gasto y activos). Esto significa que por cada peso invertido la empresa puede ver recuperada hasta la mitad de su inversión, solo por cuenta del ahorro tributario, sin contar con los beneficios propios del proyecto desarrollado. Los 3 principales beneficios de estos incentivos tributarios son:

  • Deducción: permite deducir el 100% del valor aprobado; esto es, incluir todo el valor como gasto en el año en que se ejecuta, reduciendo así la base sobre la que se calcula el impuesto a pagar.
  • Descuento: otorga un descuento tributario por el 25% del valor del proyecto aprobado que se resta directamente del impuesto de renta a pagar.
  • Para el personal técnico y científico que participa activamente en el proyecto los ingresos asociados a su participación serán no constitutivos de renta para su renta personal.

La clave del éxito para asegurar los recursos es poder presentar buenos proyectos y presentarlos bien, pues aún los mejores proyectos se caen si no se justifican apropiadamente.

En casi una década de acompañar a las empresas que reciben estos beneficios, una buena práctica que aumenta sus posibilidades de ser aprobados residen en realizar una primera fase de análisis y priorización de proyectos e inversiones buscando los más alineados con las directrices de Minciencias; está práctica nos permite desarrollar un esquema de «diagnóstico rápido» orientado a evaluar el potencial de las iniciativas, niveles de inversión y afinidad versus los requisitos del instrumento y así priorizar cualesquiera iniciativas presentar dentro del portafolio de proyectos de inversión de la empresa. Si desea saber, listo esta empresa, puede usar nuestro diagnóstico rápido a través de la herramienta Be Ready.

Grandes empresas son activas en esta convocatoria y han capturado millones de pesos en beneficios fiscales por casi dos décadas, aunque según la información de Minciencias no son más de 400 o 500 empresas que cada año acceden al beneficio. Dentro de las empresas destacadas por el volumen de recursos, se pueden especificar a Ecopetrol, XM Expertos en Mercados (Grupo ISA), GM Colmotores, Bayer, Sumicol (Organización Corona), Codensa, Celsia (Grupo Argos), Vecol, entre otras, las cuales han maximizado sus inversiones a través de sus proyectos de I + D + i.

Para superar esta crisis, la convocatoria de beneficios tributarios puede ser el aliado perfecto que les permita disminuir el costo financiero de sus inversiones en innovación y nuevos negocios; el cierre oficial está programado para el 15 de julio, dando aún tiempo suficiente para aprovechar estos recursos para inversiones ejecutadas el 1 de enero del 2020 en adelante.

Escrito por:

Amanda Umaña

[1] https://www.eltiempo.com/economia/empresas/emprendedores-se-reinventan-para-afrontar-la-crisis-489668

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